El cine tiene esas cosas. De pronto admitimos que un film contiene el mix de condimentos que lo convertirán en un clásico. La Academia lo ordena, el gran público acude a las salas y taquillean la película para legitimar así ese mandamiento que los popes del buen gusto dictan pa la historia. Sin embargo la historia tiene sus propios filtros y de pronto, pasados unos añitos, los Oscares van a parar al tacho. La película, zas, se convierte en el fiasco que todos odian: piense en Danza con Lobos!!! Lo mismo que ocurre con los nóbeles de literatura. Pero... el destino repara y surte justicia a cachetazo limpio y así tenemos que películas despreciadas por la Academia terminan en boca de todos, y pasados los años, como un buen vino, se ponen cada vez mejores. Y las volvemos a ver aunque Sábados de Superacción o Función Privada ya no estén para pasárnosla. Por otro lado, el clásico olvidado, si es que las nuevas generaciones a instancias de los medios ya no tienen ni idea del mismo, espera en el anaquel de un videoclub superviviente de la hecatombe de los videoclubes... y espera su momento para ser descorchado nuevamente por aquellos cultores de las buenas sepas EN UNA FIESTA INOLVIDABLE. Hic.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Interesante el programa, estoy muy entretenido escuchándolos. Para el debate: ¿qué ingredientes debe tener un film para ser un clásico?
ResponderEliminarUn abrazo, Héctor
De todos los clásicos, mi favoritos son las de El Padrino. Saludos a los tres y a los oyentes.
ResponderEliminarAngela de William Morris.
Los desafío a un top five del cine nacional. Excelente programa. Esther
ResponderEliminarAcuerdo con el comentario sobre las ganadoras del Oscar que al tiempo se develan bodrios. Ahí hay otro tema que son los criterios de Hollywood, un ejemplo paradigmático de ello es según mi criterio es million dollar baby, la de clint eastwood, malísima...
ResponderEliminarSigan deleitándonos con sus comentarios.
no comparto la idea de clasico, es muy confusa.
ResponderEliminar