Programa N° 53: El Otoño del Generalísimo Pajarito

El mundo reciente ha conocido dictadores llegados por la supuesta necesidad de orden que sus sociedades clamaban llorosamente. El orden pronto los encaramó en un sillón opulento y así, inspirados en batallas que nunca libraron, se pusieron medallas que nunca se ganaron. De todas maneras, y en general, se han dedicado a guerrear contra sus propios pueblos. Stalin, Hitler, Franco y Mussolini. Idi Amin, Mobutu Sese Seko, Kadaffi y Mubarak. Stroessner, Pinochet, Trujillo, Somoza y Batista. Pol Pot, Sadam, Marcos y Suharto. Y aquí, nuestra versión tuvo su fiesta del monstruo, varias veces. La literatura nos muestra, como también el cine, que los Generalísimos pueden ser víctimas de su propia disciplina.

Programa N° 52: Argentinidades Importadas

La identidad es una construcción en base a imaginarios, cuentos y afano. El ser argentino toma de aquí y allá, reinventa lo inventado y le pone el colorcito engañoso de lo vernáculo. Pero no. Este programa no perdona ni al dulce de leche, ni al fulbito ni al eucalito. Llamarse Wenceslaw, usar bombacha turca en blanco isabelino, alpargata vasca, meter el dedo en el dulce de leche hindú y descansar a la sombra de un eucalipto australiano escuchando una polca llamada chamamé... es el gancho a la mandíbula que el mentón argentino necesita para darse cuenta también de que el obelisco es egipcio y la marcha de San Lorenzo la hizo un uruguayo. Y Gardel, ese si que siempre será un misterio...

Programa N° 51: Tócala de Nuevo Sam... Aunque Nunca te la Hayan Pedido

El próximo viernes se viene otra de pipa y pasamontaña. Nuestro Señor X vuelve para sorprendernos con una de cine. Lo consultaremos por las escenas más memorables al ojo bambi del incauto y al ojo maligno del experto, con toda la desconsideración de su crueldad mamada en los claustros de la UCA. Sospechamos que detrás de esa capucha con que nos oculta su verdadera identidad, se encuentra un malo muy malo y su mini mi. Que diga lo que quiera, ya teníamos un malo que no perdona ni al adorable Joe Rigoli.
¿Qué dirá de Chaplin en la “máquina de comer” o ajustándole los botones al patrón? Seguro algo mejor que de Vader reconociendo (como muchos) demasiado tarde su paternidad. ¿Habrá disfrutado del orgasmo gastronómico de Meg Ryan? ¿O de Schneider y Brando creyendo que bailan el tango? ¿Se habrá conmovido con Deborah Kerr intentando mostrar como cansancio su discapacidad motora?
¿Entrará con algún resquemor a la ducha? ¿Estirará inconscientemente el propio cada vez que ve el dedito de ET? Sospechamos que se tensará con “nuestro” triple duelo, pero no tanto que se ponga tierno con Roberts declarándose una simple chica pidiendo que la quieran, no descartamos que sonría al escuchar a Murray asegurando que “hoy es mañana” y que se indigne con Depardieu entregando las triunfantes armas campesinas.
¿Imitará a Brando quejándose de que ni siquiera lo llaman padrino? ¿Se sugestionará con el ventilador que no parece atenuar el calor de Martin Sheen? Lo imagino hoy jugando con el globo terráqueo, o sonándole en la cabeza “El golpe” cada vez que juega a las cartas.
Pero de lo que no tenemos duda alguna es de que más de una vez ha dicho “Hasta la vista, baby”.

Programa N° 50: Ratas con Ratos en Biblioteca

Existe una raza que vive de anaquel en anaquel, saltando de libro en libro, hojeando y matando el tiempo en la aventura de páginas mohosas. En estos laberintos del universo, unos seres extraños, escasos y misteriosos, se inmiscuyen en los secretos de la rosa, en la circularidad del tiempo y la clasificación de la palabra, que es como meterse en el ordenamiento de los fideos en un cosmos donde Dios come tallarines, con queso rallado, todo revuelto. Qué diría Jorge? La risa, eso, no cabe en este lugar tan ecuménico como sagrado. Guillermo de Baskerville, plumero en mano, lo estará esperando detrás de cualquier estantería, presto a la sodoma de la gomorra y con pluma a fondo.