sábado, 30 de abril de 2011

Eso es todo amigos...

Amigos de este programa, "El bueno, el malo y el loco" ha sido una experiencia por etapas. No se sientan contrariados, la evolucion nos lleva a una nueva metamorfosis. Que ha ocurrido? No lo sabemos. ¿Por que en este momento? No lo sabemos. ¿Hacia donde vamos? No lo sabemos. Sabemos algo: como un gusano se transforma en una mariposa, como un arbol caducifolio renueva sus hojas con cada primavera... "El bueno, el malo y el loco" tiene una continuidad, no dejen de escuchar esta propuesta, tambien los viernes a las 23 hs por nuestra querida radio Decadas. Saludos a todos ustedes y no lloren porque el show debe continuar.

viernes, 22 de abril de 2011

Programa N° 57: Animados por el Genio

El maestro de maestros dijo alguna vez: "En animación puedes hacer cualquier cosa". No es una frase al azar dicha por cualquier poligrillo. Por el contrario, representa el surrealismo triunfante de la Warner y la Metro sobre Disney. Tiene sus antecedentes, pero Tex Avery, que había perdido la visión de un ojo y en su juventud solía decir despreocupadamente: qué hay de nuevo, viejo? tenía como destino amasar el humor de generaciones subsiguientes. Su risa fue prestada a más de un personaje y, como no podía ser de otro modo, Avery influiría en aquellos con quienes trabajó, Chuck Jones, Fred Quimby pero no tanto sobre Hanna y Barbera. Estos fueron muy criticados más por edulcorar personajes convertidos en mensajeros de la niñez sana que por convertir a algunos de ellos en representantes de la cultura popular americana. Hanna y Barbera han inculcado otro tipo de humor, pero que decir de aquel anime no volcado a la búsqueda de la risa sino abierto a la ciencia ficción a la japonesa, por ejemplo, o la banda de héroes que nos han metido, incluso atravesados por la mentalidad de la guerra fría, como en su momento lo fueron antifascistas. Magical Maestro, benvenuto al nostro programi.

viernes, 15 de abril de 2011

Programa N° 56: Los Libros No Muerden, las Colecciones Tampoco

Los libros tienen un no se qué. Han demostrado ser impermeables al azote de la electrónica y como nunca, una primavera editorial recuesta a los bibliófilos al sol, sobre una almohadilla de saldos, baratas, ferias y libros y libros. Las colecciones están para ejercer esta anarquía que ha tenido sus adalides: Torrendello, Spivacow, Erreda... de compromiso filantrópico o comercial han ganado la batalla contra las academias: las clases populares pueden leer lo que quieran. A pesar del marasmo de información basura, el libro viene a poner el orden de la liberación. Robin Hood, Mis libros, CEAL, Eudeba, Tor. Y ciertamente los libros no muerden pero... no se meta con el Necronomicon porque, nosotros sabemos lo que decimos, usted puede pasarla muy, muy mal.

viernes, 8 de abril de 2011

Programa N° 55: La Llegada del Anti-Verne

Dos por tres nos llegan noticias del futuro. Como si un periódico de 10, 20 o 100 años adelante, llegara por intermedio de un canillita visionario, se nos presentan futuros alarmantes o prodigiosos que pocas veces se cumplen a diferencia del maestro, don Julio (no Grondona... ¡Verne, querido!). No solo de la política, la mala política y sucedáneos. la literatura también amontona pecadores. Ni que hablar del cine, que amparado bajo el paraguas de la ficción, se atreve a aventurarnos en futuros demasiado parecidos a la actualidad, demasiado improbables para el futuro. 2001, lejos de Hall 9000 nos deparó la vuelta al talibán medieval y los cartoneros. El año 2000, el siglo XXI, no han sido más que una engaña pichanga para mostrarnos un mundo tecnológico sorprendente, a despecho de las desigualdades y la miseria. Y sin embargo la gente sigue creyendo. Por aquí y por allá surgen manifiestos, profecías, visiones sobre hechos que nunca sucederán porque... nunca sucedieron. Al final, ni Nostradamus. Vade retro Paco Rabanne. Maestro Verne, salve.

viernes, 1 de abril de 2011

Programa N° 54: Del Clásico al Bodrio, un Pasito

El cine tiene esas cosas. De pronto admitimos que un film contiene el mix de condimentos que lo convertirán en un clásico. La Academia lo ordena, el gran público acude a las salas y taquillean la película para legitimar así ese mandamiento que los popes del buen gusto dictan pa la historia. Sin embargo la historia tiene sus propios filtros y de pronto, pasados unos añitos, los Oscares van a parar al tacho. La película, zas, se convierte en el fiasco que todos odian: piense en Danza con Lobos!!! Lo mismo que ocurre con los nóbeles de literatura. Pero... el destino repara y surte justicia a cachetazo limpio y así tenemos que películas despreciadas por la Academia terminan en boca de todos, y pasados los años, como un buen vino, se ponen cada vez mejores. Y las volvemos a ver aunque Sábados de Superacción o Función Privada ya no estén para pasárnosla. Por otro lado, el clásico olvidado, si es que las nuevas generaciones a instancias de los medios ya no tienen ni idea del mismo, espera en el anaquel de un videoclub superviviente de la hecatombe de los videoclubes... y espera su momento para ser descorchado nuevamente por aquellos cultores de las buenas sepas EN UNA FIESTA INOLVIDABLE. Hic.

viernes, 25 de marzo de 2011

Programa N° 53: El Otoño del Generalísimo Pajarito

El mundo reciente ha conocido dictadores llegados por la supuesta necesidad de orden que sus sociedades clamaban llorosamente. El orden pronto los encaramó en un sillón opulento y así, inspirados en batallas que nunca libraron, se pusieron medallas que nunca se ganaron. De todas maneras, y en general, se han dedicado a guerrear contra sus propios pueblos. Stalin, Hitler, Franco y Mussolini. Idi Amin, Mobutu Sese Seko, Kadaffi y Mubarak. Stroessner, Pinochet, Trujillo, Somoza y Batista. Pol Pot, Sadam, Marcos y Suharto. Y aquí, nuestra versión tuvo su fiesta del monstruo, varias veces. La literatura nos muestra, como también el cine, que los Generalísimos pueden ser víctimas de su propia disciplina.

viernes, 18 de marzo de 2011

Programa N° 52: Argentinidades Importadas

La identidad es una construcción en base a imaginarios, cuentos y afano. El ser argentino toma de aquí y allá, reinventa lo inventado y le pone el colorcito engañoso de lo vernáculo. Pero no. Este programa no perdona ni al dulce de leche, ni al fulbito ni al eucalito. Llamarse Wenceslaw, usar bombacha turca en blanco isabelino, alpargata vasca, meter el dedo en el dulce de leche hindú y descansar a la sombra de un eucalipto australiano escuchando una polca llamada chamamé... es el gancho a la mandíbula que el mentón argentino necesita para darse cuenta también de que el obelisco es egipcio y la marcha de San Lorenzo la hizo un uruguayo. Y Gardel, ese si que siempre será un misterio...